Legalización de matrimonios entre personas de el mismo sexo disminuye su discriminación y mejora su salud
Las relaciones interpersonales se generan dentro de un marco sociocultural que causa estrés, principalmente, en los grupos minoritarios. Un estigma estructural se define como “las condiciones a nivel social, las normas culturales y las políticas institucionales que restringen las oportunidades, los recursos y el bienestar de la población”. Un ejemplo de esto es la prohibición de matrimonios de personas del mismo sexo, lo cual se plantea constituye una forma institucional de estrés con una miríada de resultados adversos en varios niveles de la salud. Además, también causa varios fenómenos sociales como el ocultamiento, rechazo y mayor sensibilidad a la no adaptación. Ejemplo de esto es que, en Estados Unidos, en los estados donde no se permite el matrimonio entre personas del mismo sexo, este sector de la población sufre más frecuentemente trastornos psiquiátricos en comparación con personas heterosexuales. En cambio, se ha reportado, que la aceptación del ya mencionado tipo de matrimonios se asoció a una menor estigmatización de este hecho, discriminación percibida, síntomas depresivos y consumo peligroso de alcohol entre mujeres de minorías sexuales. Por otro lado, se ha mostrado, que en lugares donde este tipo de matrimonio es legal los pensamientos suicidas disminuyeron en aproximadamente un 7% de los jóvenes homosexuales. Todo esto muestra como la legalización de situaciones estigmatizadas pueden favorecer su normalización y de esta forma considerar ser herramientas contra la discriminación de grupos minoritarios.
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