Las personas aprendemos a convivir con prejuicios, etiquetas, miedos, tabúes, etc., los cuales están determinados por el contexto social, entre otras cosas, esto influye en la forma de ejercer y vivir la sexualidad. Esta área de la humanidad cambia o varía según las etapas de la vida, pero la necesidad de sentir y experimentar este tipo de sensaciones siempre está presente. Este impulso está presente en las personas mayores, no obstante, especialmente en la generación actual en dicha etapa de la vida, todavía hay ignorancia, miedo y prejuicios que se manifiestan y/o experimentan individualmente. En particular, existe miedo o dificultad para abordar el tema de la sexualidad, que se acompaña de diversos cambios neurológicos, fisiológicos y psicosociales propios del envejecimiento, que pueden controlarse para mejorar la calidad de vida si existe una adecuada comunicación. Uno de los factores contextuales que influye en el comportamiento sexual de las personas mayores es la autopercepción, que puede ser positiva o negativa, influyendo en su comportamiento sexual. Otro factor, es la viudez, en esta situación las personas se sienten juzgadas si buscan y/o consiguen una nueva pareja. Se considera que esta situación debe ser abordada de manera multidisciplinaria, para restablecer el sentido de la sexualidad en las personas mayores y así mejorar su calidad de vida. Más información