Los estilos de vida en la actualidad están muy influenciados por la industrialización, junto con esto hay un aumento en la incidencia de enfermedades no transmisibles, tales como: enfermedades pulmonares crónicas y enfermedades cardiovasculares, diabetes, hipertensión y obesidad. Este fenómeno se produce en parte como resultado de la rápida urbanización que provoca una disminución de la actividad física de la población y una mala nutrición. Por costos sanitarios y otras cosas, esta situación está impactando en varios niveles sociales, incluido el económico. En cuanto a esto, se estima que, si se resuelven estos problemas de salud, algunos países pueden aumentar su producto interior bruto entre un 4 y un 10%. Una medida preventiva para evitar el desarrollo de enfermedades no transmisibles, incluidas las cardiovasculares, y la consiguiente carga económica es la práctica de ejercicio físico. Para lograrlo, las organizaciones gubernamentales de salud, sus socios especializados y el público en general deben centrarse y priorizar la situación actual, ampliar políticas rentables, diseñar técnicas innovadoras, fomentar la actividad física y una nutrición adecuada.
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