Categorizaciones culturales de las parafilias

La definición de «normalidad» de una cosa, evento, proceso o comportamiento varía según la cultura, en la que influyen diversos factores, por ejemplo, la religión. Un elemento que se puede observar la influencia cultural al momento de ser juzgados, son los hábitos sexuales, en algunas culturas los actos sexuales son solo para la procreación y en otras culturas estos actos se consideran actos placenteros y no solo para la procreación. Las percepciones de normalidad en las relaciones sexuales varían en las costumbres no procreativas entre parejas, dependiendo de la disponibilidad de la pareja, las fantasías, las oportunidades, los tabúes religiosos, el tipo de sociedad y las expectativas de las partes involucradas. En este y otros aspectos, las culturas han enmarcado lo que constituye un acto sexual positivo o negativo, concepciones que varían ampliamente entre los seres humanos. Esta variación ha causado problemas a la hora de determinar el papel y el desarrollo de las parafilias, dificultando cuantificar el grado de presencia de la conducta. Hay varios tipos de comportamiento sexual «desviado» que se pueden medir fácilmente, por ejemplo, la «adicción» sexual que se puede calcular en función del número de actos sexuales realizados en comparación con varias normas establecidas. Sin embargo, otros tipos de comportamiento son difíciles de medir, en parte porque las personas a menudo ocultan información relevante sobre el comportamiento sexual relevante. En el pasado, la parafilia se describía como un comportamiento sexual fetiche, desviado o minoritario, aunque ocurre en todas las culturas, categorizándose como normal, subcultural o individual. Es notable que en algunas culturas la parafilia no se considere un problema, sino más bien una cualidad de la que cada ser humano es responsable. Más información

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