Quema de grasa con el ejercicio aeróbico 

El ejercicio mejora las condiciones en varias enfermedades, entre ellas: obesidad, diabetes tipo 2, enfermedad cardiovascular, insuficiencia cardiaca, cáncer, trastornos mentales, entre otras. Se plantea que esto puede deberse al efecto de la actividad física en varios niveles, entre ellos el energético. Con respecto a esto, se conoce, que la regulación energética mediante el ejercicio dependerá de la intensidad con la que se practique. Por ejemplo, un ejercicio de fuerza de poca intensidad activa las vías respiratorias aeróbicas, por otro lado, un entrenamiento aeróbico de alta intensidad y un entrenamiento de pesas se asocian a vías respiratorias anaeróbicas. Un entrenamiento para maratón aumenta la oxidación de los ácidos grasos, además incrementa el catabolismo glucolítico de los carbohidratos almacenados en forma de glucógeno, así como de los carbohidratos ingeridos durante la sesión de entrenamiento. Por el contrario, en un entrenamiento de intervalos de alta intensidad se activa la creatina quinasa para descomponer el glucógeno rápidamente y aumenta la glucólisis para el catabolismo de la glucosa, ahorrando ácidos grasos. Así se muestra que mediante un ejercicio aeróbico se aumenta la aumenta la oxidación de ácidos grasos durante la actividad, mientras que, a través de un ejercicio anaeróbico se aumenta la oxidación de ácidos grasos en el periodo post-ejercicio, además, se incrementa la tasa metabólica basal y la masa muscular. Los dos tipos de ejercicio conducirán a un gasto de la tasa energética general por diferentes vías. Para poder aprovechar de una manera adecuada las características de cada tipo de actividad física es deseable diseñar el entrenamiento con un profesional debidamente capacitad@.  

Más información 

Rutina de ejercicio (Espalda) 

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