Una de las necesidades alimentarias que han aumentado drásticamente, entre otras cosas por, crecimiento de la población, el desarrollo de las clases medias y la conciencia de la sociedad es la demanda proteínas dietéticas. En respuesta a este rápido cambio en el mercado de alimentos, la acuicultura y las industrias alimentarias han estado trabajando en estrecha colaboración durante los últimos años para aumentar la producción de productos proteicos en términos de crecimiento y producción. Esto se ha desarrollado debido que, aunque las fuentes animales de proteína se consideran de mayor calidad en términos de su perfil de aminoácidos también, se ha observado, favorecen el desarrollo de distintos riesgos para la salud, en especial la carne roja. Como alternativa a esto estudios en materia de acuicultura son las microalgas, las cuales, se ha registrado, son una fuente proteica sustentable, diversa biológicamente y de alto contenido de estas moléculas. El cultivo de estas plantas permite una alta producción de proteínas a través de muchas manipulaciones y tecnologías diferentes; aunque, cabe mencionar, es posible, que no puedan reemplazar por completo el consumo de proteínas de origen animal, pero si pueden ayudar a reducirlo. Entre las ventajas de esta fuente proteica, es que su producción es hasta 10 veces más rápida que los cultivos tradicionales, como el trigo, el maíz y el trigo, y al mismo tiempo producen grandes cantidades de proteínas, aminoácidos y otros micronutrientes, como ácidos grasos y, en particular, omega-3, vitaminas, minerales y antioxidantes. Entonces, las microalgas pueden ser consideradas un alimento base para nuestras necesidades proteicas cotidianas y se puede complementar con pequeñas porciones de alimentos animales. De esta forma podremos disminuir el desarrollo de varias enfermedades y al mismo tiempo contribuir a la sustentabilidad medioambiental.
