El entrenamiento como ejercicios aeróbicos estructurados, así como el aumento de la actividad física en nuestro estilo de vida han sido ampliamente recomendados para la prevención y mejora de la condición cardiorrespiratoria. A pesar de que lo anterior disminuye considerablemente el riesgo de muerte, menos de la mitad de la población adulta cumplen con el tiempo de actividad física mínimo recomendado, el cual es de, 150 min/semana de actividad moderada o 75 min/semana de actividad de alta intensidad. En cuanto a la modalidad de Entrenamiento a Alta intensidad (EAI) ha ganado popularidad debido a que no se necesita gran cantidad de tiempo para realizarlo y se tienen resultados en un tiempo relativamente corto. Actualmente el EAI se ha adaptado a medios acuáticos y se ha indicado que es una alternativa aeróbica segura y con una menor carga de peso, así como una mejor distribución del mismo, que en los programas terrestres. De forma similar a lo practicado en el EIA terrestre, en las versiones acuáticas, instruyen a los participantes para alternar segmentos de actividad “a alta intensidad” con periodos de recuperación “a menor intensidad”. Es prudente hacer notar que, debido a la viscosidad y densidad del agua, los movimientos que se realicen durante la rutina de ejercicio experimentarán una mayor resistencia al flujo, creando las condiciones ideales para aumentar la producción de trabajo y gasto de energía. De todo esto se plantea que el EAI acuático puede dar resultados parecidos al EAI terrestre con la ventaja de que se reduce el estrés musculoesquelético.
