Las personas según sus niveles de actividad física pueden clasificarse como, sedentarias o activas. Es recomendable que un adulto, entre los 18 y 64 años, dedique al menos 150 a 300 min/semana a una actividad física moderada o de 75 a 150 min/semana de una actividad aeróbica vigorosa, además de complementarlo con un entrenamiento de fuerza, al menos dos veces a la semana. Las personas mayores de 65 años pueden seguir las pautas de los adultos, sin embargo, deben de varias con actividades multicomponente durante 3 días/semana. En personas que han tenido problemas cardiorrespiratorios, como la COVID-19, se espera que la actividad física esté relacionada con menos síntomas o con menor gravedad en las personas infectadas. Lo anterior debido a los efectos antinflamatorios e inmunoreguladores del ejercicio físico. Por este, y otros motivos, en distintos lugares, se ha recomendado que l@s pacientes que han cursado con COVID cumplan con un plan de actividad física de su agrado y que lo mantengan por al menos 9 meses. Durante este periodo se puede evaluar la capacidad cardiorrespiratoria de cada persona cada tres meses para evaluar su progreso. Es importante mencionar que en algunos casos se requiere de rehabilitación cardiorrespiratoria antes de iniciar programas de ejercicio. Por ello, es importante que establecer métodos, técnicas y procedimientos para mejorar la condición cardiorrespiratoria antes de iniciar las actividades de la vida diaria con un profesional debidamente capacitado.
