La práctica de una dieta saludable es una de las estrategias más rentables para prevenir una amplia gama de trastornos incluidas enfermedades cardiovasculares, obesidad, hipertensión y diabetes tipo 2. Con respecto a esto hay muchas tendencias alimentarias en las ultimas décadas que van desde menos carbohidratos hasta la dieta cetogénica, la dieta intermitente, la dieta vegana y la dieta de paleo, entre otras. Es propuesto que en una dieta adecuada se debe de incluir una buena proporción de vegetales de hojas frescas, frutas, nueces y se debe excluir alimentos altamente procesados, azucares refinados y alimentos ricos en calorías. En general, se menciona, que una dieta correcta no debe ser restrictiva de ningún alimento en particular, sino que debe de hacer hincapié en la moderación de la cantidad. Un ejemplo de este tipo de alimentación es, la dieta paleolítica, en la cual se fomenta la ingesta de animales y plantas silvestres. En este tipo de régimen alimenticio se incluye, aproximadamente, 37% de proteína, 41% de carbohidratos y 22% de grasas, lo cual en comparación con una dieta occidental convencional, implica la mitad de carbohidratos, un tercio menos de lípidos y 15% más de proteína. Se ha mostrado que la práctica de este tipo de dieta por al menos tres semanas favorece la disminución del peso, índice de masa corporal, circunferencia de cadera y presión sanguínea. Este tipo de resultados posiciona a la dieta paleolítica como una opción viable para el cuidado de la salud.
