El ejercicio físico regular puede reducir las emociones negativas, promover la salud física, mejorar la condición física y mejorar la salud física y mental de l@s seres human@s. Por eso es importante realizar algún tipo de actividad física, sin embargo, hay muchos factores que influyen en su adecuada realización, por ejemplo, la infraestructura, el entorno y la cultura general para la actividad física y el deporte. El apoyo socio-familiar, es otro elemento, que influirá en la práctica de alguna actividad física, definiéndose este tipo de apoyo, como, “una red de familiares, amigos, vecinos y miembros de la comunidad que brindan ayuda psicológica, física y financiera en momentos de necesidad”. De los componentes de la parte socio-familiar del deporte, se ha mostrado, que los que más impacto en la actividad física individual tienen son l@s padres y la pareja. Una actitud positiva de la pareja o la familia hacia la actividad física favorecerá su realización por la persona involucrada. Esto se ha relacionado con una mayor facilidad en la creación de un hábito relacionado con el ejercicio. El hábito, en sí, puede ser planteado como un “sistema” interno que se basa en la internalización persistente de varias acciones. Este sistema se convierte en base del subconsciente, y se vuelve la lógica operativa corporal más importante en el proceso de socialización de la actividad física. Entonces para que la actividad física se convierta en un hábito es necesario el apoyo de nuestro circulo de interacciones personales cercano.
