La Curcuma longa es la planta de la cual se extrae la curcumina, conocida químicamente como 1,7-bis(4-hidroxi3-etoxifenil)-1,6-heptadieno-3,5-diona o diferuloilmetano. Este compuesto es ampliamente investigado durante las últimas décadas debido a sus propiedades antioxidantes y antinflamatorias en diversas patologías crónicas y agudas, tales como el síndrome metabólico, la artritis y el cáncer. Además, se han realizado estudios acerca de los beneficios que este compuesto tiene sobre el Daño Muscular Inducido por el Ejercicio (DMIE). Este efecto secundario del ejercicio afecata a los deportistas según el tipo, la intensidad y la duración del entrenamiento que realizan. El DMIE favorece una alteración muscular ultraestructural y a un aumento de algunas moléculas inflamatorias, tales como las citosinas. Algunos síntomas asociados al DMIE son la hinchazón de la extremidad afectada la disminución del rango de movimiento y la disminución de la capacidad de producción de fuerza de la parte afectada. En cuanto a esto se ha observado que la curcumina disminuye el dolor muscular, mejora el rendimiento, reduce los niveles sanguíneos de marcadores inflamatorios y mejora la capacidad oxidativa endógena después del ejercicio. En general, se plantea que la curcumina disminuye la expresión de la molécula proinflamatoria COX-2, la cual incrementa la producción de prostaglandinas, contribuyendo al enrojecimiento, hinchazón y dolor en el lugar del daño. Esto conduce a un aumento de la permeabilidad de membrana y liberación de la creatin cinasa hacia sistema linfático, lo que es indicativo de daño muscular. Sin embargo, la primera acción de la curcumina enunciada aquí disminuirá toda esta cascada de reacciones decrementando notoriamente el daño muscular.
