Los pensamientos y acciones sobre Inclusión de Género deben de reforzarse mediante procesos educativos. En este aspecto existen muchos desafíos estructurales que afectan tanto el acceso como a la provisión de una educación inclusiva, equitativa y de calidad para niñ@s y jóvenes, en edad escolar de la comunidad LGBT+ en América Latina y el Caribe. Esto es necesario debido a que l@s estudiantes LGBT+ pueden ser víctimas de bullying, violencia sexual, y/o de otros tipos, no sólo por sus compañeras, sino también, por el mismo personal o por el modelo organizacional de las instituciones educativas. Para iniciar con un cambio en este tópico, se ha propuesto, fomentar una visión de aprendizaje escolar no supeditada a las características individuales, sino basada en el respeto y la vida en común. No obstante, pese al énfasis puesto en la inclusión, sus políticas asociadas debieran orientarse más bien a comprender cómo se produce la normalidad, desnaturalizando la norma y tensionándola, para valorar la diferencia. En América Latina, a excepción de Chile, por ejemplo, no existe ni siquiera un censo que nos dé un acercamiento al porcentaje de orientación o identidad sexual de niñ@s y adolescentes. Este tipo de estudios son de suma importancia ya que pueden asociarse y prevenir situaciones como discriminación en cuanto al monitoreo de disparidades en diversos ámbitos, por ejemplo, en el educacional y/o de promoción de la salud. Por estos, y otros motivos, es necesario iniciar con un proceso de educación-apropiación de respeto y convivencia hacia la inclusión de la diversidad sexual.

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