La maternidad es considerada como un momento satisfactorio de la vida de una mujer, sin embargo, también es un periodo de mucho desafío. Por ejemplo, esta etapa puede acarrear distintos trastornos en la sexualidad, por elementos como, el tiempo de duración del embarazo, la experimentación del parto, el puerperio y los periodos de lactancia. Es conocido, que después del parto el interés por la actividad sexual disminuye, lo que puede ser causado por lesiones, falta de excitación y sensación de malestar orgánica. No obstante, se ha mostrado, que el contacto sexual en el periodo postnatal es necesario, pero su frecuencia y carácter varían según en el trabajo de parto, procedimientos realizados durante el alumbramiento, sus complicaciones, la lactancia materna y, por supuesto, que tan cercana se sienta la relación de pareja durante este periodo. El tiempo recomendable después del parto para iniciar con actividad sexual, si así se desea, es de seis semanas, el realizarlo, se ha mostrado, favorece la recuperación del deseo sexual. Muchas veces esto no sucede debido a que el contacto con el recién nacido cubre la necesidad de intimidad por parte de la madre, por lo cual, el primer encuentro sexual se puede realizar hasta la semana 12 postparto. Otros factores que influirán en el deseo de intimidad sexual después del embarazo será es la autopercepción física de la mujer y el dolor físico que puede causar la actividad sexual. Por todo esto es deseable que la sexualidad después del embarazo sea algo trabajado por la pareja teniendo en cuenta las necesidades de ambos, objetivo que puede lograrse con la comunicación adecuada y/o con ayuda de profesionales debidamente capacitados.
