En nuestros días la venta y uso de productos para mejorar el rendimiento sexual, ya sea de la función eréctil y/o excitación y/o deseo sexual, se ha popularizado. Este tipo de productos, se anuncian en internet, como alternativas “naturales” y “seguras”, esto en comparación con los productos producidos por las farmacéuticas. Sin embargo, estos “suplementos”, contienen componentes activos potentes, que en algunas ocasiones no se especifican en la información impresa en el envase, lo que indica que no se sabe, a ciencia cierta, los efectos secundarios que puedan ocasionar. Un ejemplo de esto, son los suplementos herbales, los cuales por lo general se comercializan como naturales y, por tanto, como “seguros”. No obstante, se han reportado, distintos efectos secundarios indeseables de productos a base de hierbas, y en muchas ocasiones dichos efectos no son causados directamente por el producto etiquetado, sino por contaminantes o interacciones químicas emergentes no estudiadas adecuadamente. Particularmente, la Efedra, se ha relacionado, con alteraciones del sistema nervioso, tales como, ansiedad, manía, depresión, alucinaciones y conductas adictivas. Por esto, y otros motivos, es necesario la regulación adecuada de los productos que tengan un efecto directo sobre nuestro organismo, no obstante, sea para mejorar nuestra sexualidad o alguna otra función orgánica.
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