El consumo de sandía tiene varios beneficios, entre ellos que favorece la salud cardiovascular al incrementar la biodisponibilidad de Óxido Nítrico (ON), la cual es una importante molécula vasoactiva. Lo anterior se debe a que dicha fruta tiene niveles altos de citrulina, y su ingestión incrementa los niveles de dicha molécula y L-arginina, los cuales son sustratos esenciales para la síntesis de ON. La disponibilidad de arginina a partir de su síntesis derivada de la citrulina disminuye la producción de especies reactivas de oxígeno, productos químicos que pueden disminuir la síntesis de ON o degradarlo. La arginina se sintetiza de la citrulina que ingerimos al comer sandia debido a la acción de la arginosuccinato sintasa y la argininsuccinato sintasa, lo que incrementa los niveles del primer aminoácido, el que se convierte en ON en células endoteliales. La citrulina en general es un aminoácido no esencial que se sintetiza endógenamente en los eritrocitos, donde muchas enzimas convierten los derivados de la dieta a citrulina. Por ejemplo, en el ciclo de la urea, ciclo biológico que favorece la desintoxificación de amonio, la ornitin carbamoiltransferasa convierte la L-ornitina en citrulina. En la naturaleza la sandía es su principal fuente, sin embargo, existen varios factores de los que dependerá su concentración, entre ellos, la luz que reciba la fruta, la forma de cultivo, el genotipo, el color de la pulpa y la anatomía del fruto. En cuanto a esto, se ha mostrado, que la parte central de la sandía tiene menos concentración de citrulina que la periferia y que las frutas con pulpa más roja tienen menos cantidades de dicho aminoácido que las que tienen pulpa naranja o amarilla. Es necesario aclarar que es necesario consumir grandes cantidades de sandía si es que se quiere utilizar como fuente directa de ON por lo que se recomienda complementarlo con suplementos u otros alimentos.
