Según el deporte que se practique se deben de desarrollar habilidades particulares, en el caso del basquetbol, se requiere acciones explosivas intermitentes, como saltos, sprints y cambios de dirección. Es conocido que en el baloncesto la fuerza de las piernas se relaciona con la velocidad, el salto, la agilidad y la agilidad de los jugadores. Por este, y otros, motivos continuamente se buscan estrategias para maximizar la fuerza muscular, por ejemplo, las Vibraciones Mecánicas Corporales (VMC). Al aplicar este tipo de entrenamiento se han logrado mejoras en el salto vertical, número de sentadillas, contramovimiento, fuerza muscular dinámica, velocidad de sprint, flexibilidad, agilidad y características morfológicas del musculo esquelético. La VMC se genera a través de un dispositivo vibratorio al que se le puede modificar la frecuencia, desplazamiento y aceleración máxima. Generalmente las personas pueden estar expuestos a la VMC mientras realizan ejercicios o mientras están en posiciones especificas o acostados. Es planteado que este entrenamiento lleva a cabo sus acciones mediante activación neuromuscular, a través del reflejo de “vibración tónica” que es transportada desde los tendones hasta las neuronas aferentes, lo que ayuda a la activación de las neuronas motoras y las fibras musculares. En cuanto a fuerza, se ha mostrado, que 16 sesiones de vibración de 5 minutos con 25Hz y 6mm de amplitud, mejoran la fuerza del musculo extensor de la rodilla, el salto vertical y la flexibilidad. Así mostramos un tipo de entrenamiento que puede ayudar a mejorar nuestro rendimiento físico en el basquetbol u otros deportes.
