La obesidad es un problema de salud a nivel mundial, la primera línea de tratamiento para esta patología es una dieta de restricción energética, sin embargo, existen muchas barrearas para llevar adecuadamente este régimen alimenticio, como lo es la sensación de hambre.  Otra opción son las dietas ricas en proteína las que no tienen el problema de la saciedad. Por otro lado, también se encuentran los planes alimenticios en los cuales se incluye una “precarga” antes de las comidas principales. Un estudio donde se compara una dieta hipocalórica (500 kcal/d) contra una dieta en donde se ingiere un batido rico en proteínas a base de fibra (17g de proteína, 6 de fibra) antes del desayuno y el almuerzo, mostraron una reducción significativa del peso de los participantes, a los 84 días. En cuanto a esto, se ha mostrado, que en la dieta con precarga proteica se retrasa el vaciamiento gástrico, se disminuye la absorción de glucosa y/o se estimula la secreción de insulina. Por lo tanto, la ingesta de una precarga que contenga grasas, proteínas y fibra antes de las comidas principales puede ser una estrategia para promover la saciedad y reducir la hiperglucemia posprandial, lo que se espera que promueva la pérdida de peso y reduzca el riesgo de padecer algunas enfermedades tales como, diabetes tipo 2. Un complemento para los dos tipos de dieta, ya sea la de restricción calórica como para la de precarga, es la ingesta de cacahuate, se registrado, que la inclusión de esta leguminosa resulta en una pérdida de peso similar al practicar por seis meses alguno de los dos regímenes alimenticios.  Esto es debido a que estas semillas disminuyen el hambre, incrementan la sensación de plenitud, proporcionan energía y reducen la posibilidad de padecer alguna enfermedad cardiovascular y/o Diabetes. De esta forma se muestra a los cacahuates como un coadyuvante adecuado en la pérdida de peso, proceso el cual debe de ser supervisado por un profesional debidamente capacitado.  

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