Las plantas y sus productos han sido utilizadas tradicionalmente para mejorar una gran variedad de complicaciones patológicas, incluyendo la disfunción eréctil (DE) o impotencia. Esta patología se relaciona con un impacto negativo en la salud, calidad de vida y esperanza de vida de los hombres, su frecuencia aumenta con la edad. Se calcula que la DE afectará a un tercio de la población masculina en el mundo alrededor de 2025. Esta enfermedad se manifiesta como la incapacidad persistente para alcanzar y mantener una erección, dirigiendo hacia relaciones sexuales insatisfactorias. Entre los factores que se han relacionado con la DE se encuentran: psicológicos, hormonales, neurológicos, vasculares y cavernosos para una función eréctil normal. Una de las plantas que se ha utilizado para tratar este padecimiento es la Mimosa Pudica, o dormilona, la cual es un arbusto rastrero nativo de América central y del sur. El extracto de esta planta se ha utilizado en el tratamiento de diversas afecciones, incluido el envejecimiento y enfermedades urogenitales. Entre los compuestos que se presentan en su extracto son carotenos, ácido gálico, mimosina, flavonoides, triterpenos, por mencionar algunos. Estudios muestran que las moléculas que posiblemente favorezcan la acción anti-disfunción eréctil de la planta “dormilona”, son la bufadienolido, estigmasterol, la isovitexina y la apigetrina. Es propuesto que dichas moléculas se unirán a sitios de acción de la 5-fosfodiesterasa, enzima que se encuentra en el cuerpo cavernoso y favorece la erección. Entonces esta los compuestos bioactivos de esta planta pueden ser considerados opciones en el tratamiento de la impotencia sexual masculina.

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