La salud sexual es un aspecto central del bienestar físico, emocional, mental y social del ser humano y no solo trata de la ausencia de enfermedad. La salud sexual requiere de un enfoque positivo de la sexualidad y las relaciones sexuales, así como de la posibilidad de vivir una experiencia sexual positiva y placentera. Este tipo de salud no puede ser comprendida del todo sin tomar cuenta elementos, como, la expresión de los pensamientos, fantasías, deseos, creencias, actitudes, valores conductas y prácticas. Cuando algunos de estos elementos no son cubiertos entonces se originan algún tipo de “malestar sexual”, se tienen registros que aproximadamente del 40-45% de las mujeres y del 20-30% de los hombres sufren de algún trastorno sexual. Entre las causas de los desórdenes sexuales, se encuentran, los desequilibrios emocionales causados por estrés psicológico derivado de elementos de la vida diaria, entre otras cosas. Algo que se recomienda para tratar este tipo de trastornos es la Regulación Emocional (RE), lo cual se refiere a el modo en el cual las emociones son generadas, experienciadas y moduladas. Cada uno de esos procesos incluye conciencia (atención, diferneciación y marcaje de las emocioesn), expresión (supresión vs externalización emocional) y la experimentación (accesio y reflejo de una emoción y sus consecuencias) de las emociones. Un buen manejo de la RE dirige hacia una salud sexual adecuada y para mantenerla es recomendable monitorizarse con profesionales de la salud debidamente capacitados.
