El mango es una fruta de sabor dulce rica en carbohidratos, proteínas y otros nutrientes. Desde hace algún tiempo se detectó el compuesto nombrado como Mangniferina, el cual se ha observado puede tener varios efectos terapéuticos. Por ejemplo, se ha mostrado que dicho compuesto interactúa con los fosfolípidos intestinales aumentado su permeabilidad, además es capaz de enlazarse a grupos glicosilos con radicales hidroxilo, disminuyendo así la producción de especies reactivas de oxígeno. También se ha observado que dicho compuesto tiene efectos antioxidantes que lo proveen de cualidades anti-inflamatorias, analgésicas, anti-apoptóticas, antibacteriles, antivirales, antimicrobiana, inmunomodulatoria, antidiabéticas, anticancerígenas, cardioprotectoras, hepatoprotectoras, renoprotectoras y neuroprotectoras. La actividad antioxidante de la Mangniferina se genera entre otras cosas, debido a la regulación de la sintasa de oxido nítrico y la rutas de NF-κB en tejido renal, lo que disminuye la nefrotoxicidad de algunas sustancias como la D-galactosamina. Además a nivel celular también incrementa moléculas que contrarrestan la oxidación, tales como, ciclina D1, hemo oxigenasa-1 y superoxido dismutasa. Esto muestra al mango, como una herramienta de protección de varios órganos, entre ellos, los riñones y además al evitar la oxidación celular también puede ser considerado como un agente anti-edad.
