La obesidad es un problema de salud a nivel mundial del cual se derivan un sinfín de enfermedades, las cuales pueden ser mortales. Para combatir esta situación es fundamental una intervención dietética, siendo su principal regla la pérdida de peso asociada a una restricción calórica controlada.  En la actualidad existen una gran variedad de manejos dietéticos, los cuales se diferencian según su contenido de macronutrientes. Por ejemplo, un tipo especial de dieta es, la Restricción Energética Intermitente (REI), o ayuno intermitente, la que consiste en hacer pausas en las comidas. Este tipo de dieta se diferencia de la Restricción Energética Continua por el tiempo específico dedicado al ayuno. En la REI hay distintas variaciones, una es el Ayuno en Días Alternos (ADA), en el cual se alternan los días de ayuno de tres a cuatro veces a la semana y el segundo es la Alimentación Restringida en el Tiempo (ART), en donde se consumen alimentos en horarios específicos con variaciones en el tiempo de ayuno particulares. En cualquiera de los casos, de forma general y resumida, lo que genera el ayuno, en distintas intensidades según su modalidad, es que favorece el gasto de glucosa en sangre y glucógeno en el hígado. Por otro lado, se usa como principal fuente energética las grasas, los cuerpos cetónicos y ácidos grasos libres. En este tipo de dietas el hígado es un órgano fundamental, ya que transforma los ácidos grasos en cuerpos cetónicos, generando combustible para el cerebro, materia prima de generación de proteína y facilitan la perdida de grasa abdominal. Cabe resaltar, que este tipo de dietas, y cualquier otro tipo de intervención alimenticia debe de ser manejada por un profesional de la salud debidamente capacitado.

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