El practicar algún tipo de actividad física se puede relacionar con la experimentación de alguna modalidad de dolor. La aparición de la sensación dolorosa post-ejercicio depende, entre otras cosas del equilibrio entre la carga de entrenamiento y la viabilidad muscular. Para evitar o disminuir dicho fenómeno se debe de optimizar la activación muscular en relación al efecto del entrenamiento. Por ejemplo, cantidades excesivas de actividad física en terminos de repeticiones o intensidad incrementa el riesgo de daño mecánico o metabólico en el musculo, mientras que la inactividad, genera atrofia y degeneración del tejido. De esta forma los extremos de la práctica de una actividad física pueden generar dolor asociado a daño muscular, lo cual disminuye el rendimiento y además interfiere con funcionamiento normal del sistema musculoesquelético y también disminuye la capacidad de trabajo y productividad. El dolor muscular post-ejercicio se genera debido a que en el espacio intersticial del musculo se excitan fibras nerviosas aferentes con propiedades nociceptivas. Sin embargo, una práctica equilibrada de actividad física, se ha asociado, a una disminución del dolor, por ejemplo, en personas con dolor de cuello y hombros, se registró que un plan de ejercicio de 10 semanas para dichas regiones, disminuyeron esa sensación significativamente (Más información). Por estos motivos, es recomendable que los planes de ejercicio sean diseñados por profesionales capacitad@s en relación a los objetivos, necesidades y capacidades de las personas. A continuación, te dejamos una rutina de ejercicio para pierna que puedes practicar en tu gimnasio supervisada por tu coach.
Rutina de ejercicio (Pierna)
