La adaptación a los distintos tipos de entrenamiento depende de varios factores, por ejemplo, en el Entrenamiento de Restricción de Flujo (ERF), entre los factores de adaptación, se encuentran, la presión de la oclusión, el tipo de oclusión y la duración de la oclusión. En cambio, en el Entrenamiento de Resistencia (ER), entre las variables de adaptación más observadas son, el tipo de contracción, el volumen de entrenamiento, la intensidad del ejercicio, los grupos musculares involucrados y los tiempos de recuperación. En cuanto a la recuperación post ejercicio, esta se puede llevar de forma activa o pasiva, de la primera forma favorece ciertos procesos metabólicos, entre ellos, disminuye las reservas de creatina fosfato e incrementa los niveles de metabolitos glicolíticos intracelulares, lo cual en conjunto aumenta la resistencia de arterias periféricas. En general, se observa, una mayor participación del sistema anaeróbico y estrés metabólico, estimulándose adaptaciones como la angiogénesis y cambios hormonales que aumentan el rendimiento. En un estudio donde se comparó una recuperación post-ejercicio activa contra una pasiva se mostró que en la primera hay una mayor secreción de hormona de crecimiento y un aumento de la resistencia muscular (Más información). Entonces, estas son una de las ventajas de una recuperación activa de nuestra rutina de ejercicio, sin embargo, se recomienda que el esquema de descanso sea recomendado por su entrenador personal debidamente certificado. A continuación, te dejamos una rutina de ejercicio con el coach Rafael Martinez, de Uppercut Gym:
