La lucha por igualdad en cuestiones de género se puede observar a distintos niveles, por ejemplo, un logró importante en estos días fue el acuerdo de igualdad salarial entre l@s integrantes de la selección de futbol de Estados Unidos tanto del equipo varonil como el del femenil. Otro lugar donde se ha mostrado falta de equidad, es en la expresión y gozo de la sexualidad, en específico en el esfuerzo para llegar al orgasmo. Esto se genera en gran parte debido a que en las reglas no escritas de las relaciones interpersonales todavía se refleja los estereotipos de género tradicionales sobre hombres y mujeres, reformulando los comportamientos no igualitarios como “románticos”. Estos roles moldean y limitan las expectativas y prácticas del género femenino en una relación sexual, entre otras cosas porque se prioriza el placer y orgasmo del componente masculino sobre el femenino. Otros factores que influyen en la desigualdad de género al momento de buscar un orgasmo, es la actitud falocéntrica de las parejas que obviamente dejan de lado los componentes femeninos del placer. Además, lo anterior limita el trabajo de búsqueda de placer a las regiones genitales de cada persona demeritando otras áreas o incluso los componentes psicoemocionales de un encuentro sexual, dificultando así alcanzar el climax femenino. Todo esto nos permite plantear que la búsqueda de una equidad de género puede mejorar distintos aspectos de nuestra cotidianidad, y uno de ellos que influirá en nuestro estado de salud, es el placer sexual.

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