La COVID, aunque a los gobiernos y empresarios no les guste, no se ha ido a ningún lado y sigue agregando victimas alrededor del mundo. En México se han disminuido las restricciones contra dicha enfermedad y la mayoría de la población ya está cansada del aislamiento social, gracias a esto, en las fiestas de fin de año se registró un aumento del 62% en los contagios de SARS-CoV-2 en nuestro país. Por si fuera poco, debido a la continua replicación del virus, este ha ido evolucionando llegando a crearse quimeras que pueden ser mucho más peligrosas que la versión original, ejemplo de esto es el Deltacron, que aunque su nombre parezca de caricatura, es una sepa que se ha encontrado en Chipre. Hay especialistas que aseguran que la cuarta ola del SARS-CoV-2 disminuirá en Febrero, sin embargo, esto no sucederá a menos que retomemos nuestras medidas de distanciamiento social, no aglomeraciones y asepsia. Por otro lado, en México donde en presidencia se dice que todo está bien la inflación alcanzó su cifra máxima en 21 años, mientras que el IMSS asegura que en el 2021 aumentó la creación de empleo. De forma curiosa el componente económico que ha mantenido a flote la economía mexicana son las remesas, las cuales el año pasado ascendieron a 46 mil millones de dólares. Desgraciadamente ya pasado el tercer año de este gobierno, la culpa de nuestra desestabilidad sigue siendo de los sexenios anteriores, de hecho en presidencia se maneja que el sistema educativo en México se recibió peor que el de salud. Lo anterior, puede ser cierto, pero quitando presupuesto para investigación o solo criticando al magisterio este problema no se arregñará, se necesitan acciones puntuales, las que hasta al momento no se han observado.
