Las Actitudes Sexuales (AS) son creencias y costumbres con un gran peso emocional que provocan una respuesta sexual, ya sea favorable o desfavorable, en las personas. Este tipo de actitudes pueden dirigirse hacia la sexualidad en general, a lo que se le llama erotofilia o a ciertas conductas sexuales particulares (tendencia hacia las fantasías u otras), así se determina significativamente la forma en que las personas viven y expresan su sexualidad. La erotofilia se refiere a la asociación de los estímulos sexuales con emociones positivas, aunque también existe el extremo opuesto, donde la acción sexual se relaciona con emociones negativas, a esto se le llama erotofobia. Esta actitud sexual está relacionada con la autoestima sexual, la función sexual general, el deseo sexual, la excitación sexual subjetiva y objetiva, propensión a la excitación sexual, experiencia del orgasmo subjetivo, satisfacción sexual, fantasías sexuales, sueños sexuales y asertividad sexual, entre otros constructos. La actitud sexual particular más frecuentemente estudiada es la fantasía, esta son imágenes o pensamientos que influyen en las emociones o estado fisiológico de una persona que pueden ocurrir durante la práctica sexual en pareja o durante el autoerotismo. La mayoría de las personas las experimenta y son asociadas a una buena función sexual, satisfacción sexual, deseo sexual, pensamientos sexuales positivos, asertividad sexual, actitud positiva hacia la masturbación, intensidad de la experiencia del orgasmo subjetivo y la culpa sexual. Estas actitudes, la erotofilia y las conductas particulares, no necesariamente se viven por separado y es importante identificarlas para conocer nuestras tendencias y maximizar nuestra experiencia.
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