La obesidad es un problema de salud a nivel mundial, para 2030 se espera que el 50% de la población de Estados Unidos padezca esta patología en alguna de sus categorías, prediciéndose como la forma más común será la obesidad severa (índice de masa corporal (IMC)>40kg/m2). Es conocido que un alto IMC se asocia con un aumento en la mortalidad en la población en general, este riesgo es atenuado e incluso desaparecido cuando se tiene una buena condición cardiovascular. Otra cualidad que se ha asociado con una disminución en la posibilidad de muerte por alguna enfermedad crónica asociada a un alto IMC es la buena condición muscular. Por ejemplo, varios estudios muestran que una fuerza extensión de rodilla normal fue asociada a una menor mortalidad por cualquier tipo de enfermedad. La actividad física regular, se ha demostrado, puede también puede disminuir el riesgo de muerte de una persona obesa a la misma posibilidad que tiene de fallecer de una enfermedad crónica una persona que no realiza algún tipo de ejercicio. En resumen, la obesidad aumenta el riego de morir por alguna enfermedad crónica, este riesgo puede disminuirse aun con un alto IMC mediante una buena condición cardiovascular, muscular, así como la práctica de alguna actividad física.
