Uno de los aspectos que se ha visto afectado por las restricciones debido a la enfermedad por coronavirus (COVID-19), generada por el coronavirus-2 responsable del síndrome respiratorio agudo, la cual fue declarada como pandemia el 11 de Marzo del 2020 por la OMS, es la sexualidad. Dichas restricciones implementadas por los gobiernos limitan el contacto interpersonal con tal de disminuir la dispersión del virus, pero desgraciadamente al mismo tiempo se reporta un incremento de la frecuencia de disfunción sexual y conflicto de relaciones románticas, en algunos casos llegando a la violencia. Pero no todo ha sido blanco o negro, por ejemplo, en Estados Unidos se registró que el impacto de la pandemia fue de un efecto mezclado, un 32% de la población reportó un aumento en la frecuencia de su actividad sexual mientras que un 20% reportó una disminución. Por otro lado, en USA, y otros países, se observó una disminución en la frecuencia de encuentros sexuales casuales, esto paralelo a un aumento tanto en el uso de pornografía, sexting y cibersexo. Lo anterior entre otras cosas muestra que la pandemia en algunas ocasiones abrió nuestros horizontes a nuevas formas sexuales, por ejemplo, es muy común que durante dicho periodo se haya experimentado nuevas posiciones sexuales, fantasías o uso de tecnología. Todo esto quiere decir que, aunque algunas cosas de nuestra sexualidad han disminuido durante la pandemia otras han aumentado pudiéndose plantear la búsqueda inconsciente de llegar a un equilibrio que nos permita mantenernos en una calidad de vida física y mental adecuada.
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