El chile, es uno de los condimentos más representativos de la Comida Mexicana, además es una de las plantas más populares alrededor del mundo. El sabor picante de los chiles depende de los compuestos nombrados como capsaicinoides y la cantidad de estos está directamente relacionado con su nivel de picor. El consumo de este fruto se sugiere tiene varios beneficios para la salud, entre los cuales se encuentra la prevención del cáncer, disminución de la inflamación y decremento de la obesidad. En cuanto a sus propiedades contra la obesidad se plantea lo logra al disminuir la ingesta alimenticia, aumentar el gasto energético y/o incrementar la oxidación de lípidos. Se sabe que la Capsaicina del chile estimula al receptor molecular TRPV1, el que altera el apetito y la ingesta de alimentos al modular los niveles de la hormona del apetito o el señalamiento de los nervios vagales aferentres, los cuales son importantes para determinar el tamaño y duración de las comidas. Al mismo tiempo que los nervios aferentes, al ser estimulados por la Capsaicina de la dieta vía TRPV1, los nervios eferentes, constituidos por neuronas motoras, secretan catecolaminas (epinefrina, norepinefrina y dopamina). Dichas sustancias estimulan a los receptores beta-adrenérgicos en órganos periféricos, los cuales aumentan el metabolismo energético y consecuentemente la termogénesis del organismo. Cabe resaltar que la Capsaicina es una sustancia irritante que puede inducir una sensación de ardor cuando entra en contacto con la mucosa gástrica, también reflujo e incluso su consumo excesivo se ha relacionado con el desarrollo de ulcera péptica por lo cual se recomienda consumir con precaución.

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