El ejercicio aeróbico, como lo es el correr, es benéfico para prevenir muchas condiciones físicas, tales como enfermedades cardiovasculares, obesidad, diabetes y disfunciones inmunes. Actualmente también se ha mostrado que el correr ayuda a la vitalidad de la salud del cerebro, esto debido a que incrementa su flujo sanguíneo, reduce el riesgo de muerte cerebral, previene la reducción del volumen cerebral asociado a la edad y protege en contra de varias enfermedades neurodegenerativas, como por ejemplo el Parkinson, Alzheimer y otras demencias. Además, la actividad física aeróbica tiene amplios efectos positivos en la función cognitiva y salud mental a lo largo de la vida. Uno de los mecanismos por lo que se propone se logra esto es que debido al ejercicio se producen beta-endorfinas las cuales aumenta la proliferación celular y neurogénesis en el hipocampo. Esto favorece el aprendizaje espacial, los procesos de memoria, la discriminación nemotécnica, los cambios de atención y al mismo tiempo reduce la ansiedad y depresión. En este tipo de actividades, en las que se incluye el running, se producen sustancias como el Factor de Crecimiento Vascular Endotelial (FCVE) el cual promueve la proliferación de células que pueden transformarse en neuronas. Estos efectos del ejercicio dependerán del sexo biológico de cada individuo, ya que los niveles hormonales se relacionan directamente con la producción de FCVE y beta endorfinas. Entonces el correr o hacer alguna actividad física aeróbica puede ayudarnos a cuidar nuestra salud física, a evitar los estragos de la edad en nuestro cerebro y en nuestra salud mental.
