Los alimentos orgánicos (AO) son aquellos que en su producción se presume no se utilizan fertilizantes, pesticidas, antibióticos y otros productos que pueden alterar el metabolismo general del ser vivo al que se le aplica. Además, mediante la práctica de este tipo de producción alimentaria se promueve la diversificación de cultivos y/o ganado. En términos nutricios los AO exhiben altas concentraciones de algunos antioxidantes tales como carotenoides y también ácidos grasos omega-3. Por otro lado, se tienen registros que los alimentos que no son orgánicos contienen residuos cuantificables de al menos un pesticida, lo que puede asociarse al desarrollo de algunas enfermedades tales como Diabetes tipo 2. En un estudio realizado en Francia se observó que entre más porcentaje de AO se consume existe menos posibilidad de desarrollar Diabetes tipo 2. Además, también se ha observado que el consumo de este tipo de alimentos se asocia a poca probabilidad de sobrepeso, obesidad y síndrome metabólico. A parte de estos beneficios directos a nuestra salud los AO también ayudan a medianamente conservar el medio ambiente y evitar hasta cierto punto el sufrimiento de los seres vivos que se crían bajo las premisas de los AO. Aunque también debemos de tomar en cuenta que los precios de estos alimentos en su mayoría son mayores a los precios de los alimentos comunes y corrientes, principalmente por esta razón solo un determinado sector de la población tiene acceso a ellos.

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