La práctica de ejercicio generalmente se asocia a una salud física y psicológica adecuada, sin embargo, en algunas ocasiones esto no es verdad. Por ejemplo, el 80% de los pacientes con Anorexia y el 40% de pacientes con Bulimia reportan tener conductas problemáticas con respecto a la realización de actividades físicas. Este tipo de pacientes tienden con mayor frecuencia a comportamiento obsesivo compulsivos, ansiedad, insatisfacción corporal, restricción alimenticia, anedonia e hipoleptinemia. Generalmente la evaluación una conducta problemática con respecto al ejercicio se enfoca principalmente en cuanto a intensidad, frecuencia, duración y recientemente se ha relacionado con el estrés que puede causar la práctica de esta actividad. A todo esto, al comportamiento de práctica inadecuada del ejercicio, se le puede agregar compulsión por practicarlo, dependencia de esta actividad, incluyendo el pesar de la incomodidad asociada con posible aumento de peso o cambio en su figura física. Por lo cual a todo deportista se le recomienda evaluar estos y otros detalles para monitorear su salud física y mental. Esto debido a que a nivel psicológico puede relacionarse con padecimientos más profundos como la depresión y físicamente pueden acarrear lesiones que pueden afectarnos a lo largo de nuestra vida.

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