“Hay que dejar de llorar y comenzar a hacer” es una de las frases que Enrique “Che” Guevara popularizó en la revolución Cubana, que como todos los movimientos nacía lleno de ideales y buenas intenciones. En que se convierten este tipo de actividades humanas, talvez nunca lo entenderemos, lo cierto es que hoy son protestas en Cuba por los que están en contra del régimen actual y los que están a favor. No creemos que se pueda hablar ya de un pensamiento revolucionario de antaño debido a que dicho pensamiento se convirtió en un paradigma establecido y se transgiverso por el gusto humano hacia el poder. Por ejemplo, en México el partido del cambio, aquel que nos prometió alejarnos de la corrupción de antaño, hoy es multado con $64 millones por malversación de fondos de campaña. Que pasan con los cambios en Latinoamérica y el mundo, ¿Lo único que buscan es la instalación y apropiación del poder?
